Una nueva tecnología que somete a los alimentos empaquetados a altas presiones hidrostáticas, elimina las bacterias y los agentes patógenos.
Ha surgido en Barcelona, fruto de acuerdos de colaboración y aumenta la vida comercial útil de los productos cárnicos, como el Jamón de Teruel, sin perder las propiedades nutricionales y ni un ápice del sabor.
Los embutidos así empaquetados podrán pasar por las aduanas de un manera más fácil y segura, y además, es una tecnología al alcance del bolsillo de las pymes.
El Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) ha creado esta tecnología de última generación y extiende la caducidad unas tres veces más de lo habitual, aunque su mayor logro es ponerlo a disposición de las pymes y no de las grandes corporaciones como era lo habitual.
De esta manera, cada vez estamos más cerca de poder llevarnos nuestros Jamones de Teruel el Rullo, embutidos, lomos, cecinas y cabezada al país que queramos.
Fuente: ABC