Tostada de Jamón de Teruel con Setas

Tostada de Jamón de Teruel con Setas


INGREDIENTES ( para 4 tostadas)
  • 4 rebanadas de pan de molde
  • 3 ó 4 dientes de ajo pelados y machacados
  • Un puñado de setas de cardo cortadas a tiras
  • 8 lonchas finas de Jamón de Teruel
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal y pimienta
  • 30 gr de mantequilla

PREPARACIÓN

Colocamos encima de la rebanada un vaso de su diámetro aproximado, presionamos y giramos. Al levantarlo nos quedará un círculo de pan de molde en el vaso. Desmoldamos y hacemos lo mismo con las otras.

En una sartén amplia freímos los dientes de ajo en abundante aceite bien caliente hasta que se doren. Se retiran y se fríen las rebanadas de pan de molde un poco por cada lado, lo justo para que se doren ligeramente. Retiramos y reservamos sobre papel absorbente.

En otra sartén derretimos la mantequilla y sofreímos las setas a fuego vivo sin dejar de revolver. Cuando ya casi estén, salpimentar al gusto. Retirar y reservar sobre papel absorbente.

Encendemos el grill del horno y montamos las tostadas sobre una bandeja de rejilla: repartimos las setas  sobre las tostadas, y sobre cada una colocamos dos lonchas de Jamón de Teruel “arrugando” la loncha para que caiga lo menos posible por los laterales.

Gratinar a media altura entre 5 y 10 minutos, hasta que veamos que el jamón está hecho. Sacar y servir templado.

Si lo desea se puede colocar algo que Queso de Tronchón tierno rallado sobre el jamón antes de meter al horno.
También se pueden sustituir las setas de cardo por foie fresco a la plancha o por las Setas Deshidratadas del Prepirineo que más le gusten.

¡Que aproveche!

¿Sabías que Aníbal y los Romanos ya tomaban Jamón Serrano?

Los romanos ya eran consumidores de jamón, el llamado prosciutto. Catón el Censor (234-149 A.C.) escribió el primer documento sobre la conservación de jamones de cerdo: se dejaban unos días en salazón, después se les untaba con aceite de oliva y se colgaban a secar. 

Menciona que pernae (jamón) y petasones (patas delanteras) se produjeron en la llanura emiliana – era y es famoso el de Parma – como provisiones para el ejército así como para banquetes en Roma. 

También sabemos que, después de su victoria sobre los romanos en Trebbia en el 217 A.C, Aníbal entró en Parma y confiscó a los habitantes como botín de guerra los jamones almacenados en barriles de madera. 

Un siglo más tarde en su De re rustica el historiador Varrón (116-27 A.C.) y el geógrafo Estrabón (63 A.C.-24 D.C.), confirman la fama del prosciutto de Parma.


Matacerdo romano
Antes de la llegada de los romanos, los pueblos prerromanos ya se deleitaban con los manjares que generosamente les regalaban los cerdos: chacinas, embutidos… y, sobre todo, jamones – en la antigua Tarraco se encontró un resto fósil de jamón con más de 2.000 años -. Si los romanos ya conocían el jamón, para qué querían los nuestros… por su calidad y su sabor más intenso.
Estrabón en su Geographica menciona la gran calidad de los jamones cántabros y ceretanos, ya que los cerdos eran alimentados de bellota, y los compara con los ceretanos pirenaicos, cuyos perniles fueron muy codiciados después de la Pax Romana.
Pero el jamón hispano no se lo podía permitir cualquiera, se convirtió en un artículo de lujo. De hecho, en el Edicto de Precios Máximos o Edicto de Diocleciano del 301 se fijaba un precio de 20 denarios para una libra (326 gramos) de jamón cerritano. Para hacernos una idea de su precio, los 20 denarios era el sueldo diario de un arriero o un campesino. Tal fama llegó a adquirir que incluso se acuñaron monedas temáticas
Monedas de jamón serrano

El jamón era lo más preciado del cerdo y sólo consumido por la élite de la sociedad. Así, el mismo Catón da las normas para curarlo: “cuando compres una pierna de cerdo, córtales las patas. Mételas en la sal. Cuando hayan estado ya cinco días en la sal, sácalas de ella, y cuélgalas dos días al viento..., cuélgalas otros dos días al humo del lar..., y luego en la despensa de carne”. Eran jamones curados en sal y ahumados, al estilo de Westfalia (salados con sal gema seca, y luego ahumados).

Como puedes comprobar, han cambiado pocas cosas al estilo de curación de los actuales Jamones de Teruel de Jamones el Rullo.

¡Larga vida al jamón serrano! 
Jamón de Teruel


Fuentes: historiasdelahistoria.com y derecoquinaria-sagunt.com